Cuando se trata de gastronomía, la de Valencia no solo destaca por su arrocería. Entre los manjares más dulces, encontramos la miel de azahar, un producto típico del Levante español que se obtiene de árboles cítricos.
Es en la zona de la Marina donde se produce esta miel tan apreciada para usos culinarios, pues supone un exquisito complemento para nuestras recetas que las inunda de un característico sabor. Sin embargo, también demuestra ser efectiva para el cuidado del cuerpo y nuestro bienestar general.
La miel se obtiene de la flor de azahar, típica de naranjos y limoneros, lo que le confiere inmediatamente propiedades contra la ansiedad, el insomnio y la convierte en una herramienta útil para reducir episodios de nerviosismo. Su alta concentración de azúcares la hacen más densa que otros tipos de miel, por lo que es normal que se solidifique en estado natural.
También se le atribuyen propiedades digestivas y destaca por aportar un alto valor energético al cuerpo, siendo de fácil asimilación en los procesos digestivos. Así, uno de sus atributos más reconocidos es el aporte nutricional que ofrece la miel de azahar por su alto contenido en vitaminas, proteínas, minerales, glúcidos y ácidos.
Hay estudios que, incluso, han conferido a este tipo de miel un alto aporte de antioxidantes con efectos anti-inflamatorios, anti-alérgicos, anti-cancerígenos y que favorecen el sistema inmunológico en general. Además, se le han reconocido propiedades anti-bacterianas, que son todavía mayores cuando el producto se consume sin pasteurizar ni aclarar, es decir, de forma natural.
Y, como decíamos inicialmente, reconocemos la miel de azahar por su sabor único y por su agradable perfume. Por eso, nadie puede irse de la playa de Valencia sin probar este delicioso manjar. ¿El plan perfecto? Paella en un restaurante de la Malvarrosa y, de segundo, un plato condimentado con miel.