Patatas bravas: su lugar en las barras de España y Valencia

España es un país de tapas y, entre todas estas muestras de cocina en miniatura, hay una receta que sin duda se ha convertido en un imprescindible de cualquier establecimiento cuya barra se adscriba a dicha modalidad culinaria. Se trata, efectivamente, de las patatas bravas. Una especialidad fácil de encontrar también en Valencia; en casi cualquier bar, taberna o arrocería; ya sea en el centro o en la playa en un restaurante de la Malvarrosa.

La cantidad de versiones de esta receta es casi tan amplia como la lista de lugares donde la preparan

La historia de las patatas bravas es incierta, aunque la mayoría localiza su origen en Madrid. No se sabe con exactitud dónde se prepararon por primera vez, pero existen varias versiones que las asocian a “La Casona” y “Casa Pellico”, dos establecimientos madrileños ya desaparecidos que, parece ser, las preparaban durante la década de los sesenta del siglo XX. Las crónicas confirman larguísimas colas de gente esperando su turno para poder tomar una ración de patatas bravas en ambos establecimientos.

Lo cierto es que esta receta se ha popularizado de tal manera que ha llegado a convertirse en un referente de la cocina española. Las patatas bravas han trascendido completamente el ámbito regional hasta alcanzar un puesto de honor en las cartas de tapas y raciones de toda España. Existe, no obstante, cierta controversia a su alrededor ya que la popularización de la receta ha llevado consigo cierta banalización a la hora de prepararlas. Hay quienes las cocinan a base de mayonesas y condimentos picantes desatendiendo completamente la receta de una salsa que, fundamentalmente, se prepara con aceite, ajo, cayenas, pimentón y harina.

Lo cierto es que aunque haya infinidad de recetas diferentes, los puristas admiten dos: la castellana y la catalana. La primera se elabora con los ingredientes anteriormente mencionados; mientras que la segunda añade alioli al resultado final.

En Valencia es posible encontrar muy buenas patatas bravas, un plato muy recomendable como antesala de una buena paella.

Imagen.

Nuestras clásicas cartas