La Plantá supone el pistoletazo de salida para la celebración de las mayores fiestas de Valencia y uno de sus mayores atractivos, dejando a un lado el disfrute de la playa: las fallas. La Plantá consiste en que el artista fallero, junto con la comisión de las fallas, ultima el montaje de su obra en las calles valencianas. Es un momento muy especial y de nervios para los protagonistas y para los turistas y ciudadanos que disfrutan de ese espectáculo.
La imagen de los ninots y las fallas en las calles cambia la ciudad a un ambiente festivo
Los profesionales y amateurs, que han estado trabajando durante todo un año, ven cómo sus obras, fruto de horas de trabajo y dedicación, salen por fin a la calle, son montadas a la vista de todos y pasan el duro examen del jurado y del público de todas partes que se congrega en Valencia esos días.
Las primeras fallas, con sus ninots, que se montan son los infantiles, el día 15 de marzo. Posteriormente, un día más tarde (en la madrugada del 15 al 16 de marzo), llega el turno de las ‘fallas mayores’. Esa noche de la Plantá tiene que quedar todo preparado para celebrar la fiesta al día siguiente.
Cada fallero coloca los ninots y la falla al completo, incluidos carteles con la información y el significado de cada una de ellas, para que todo cobre mucho más sentido para el espectador.
En la base de la falla se coloca arena para que no se estropee el pavimento con el fuego de la quema. Cuando la estructura de la falla está instalada, toca el turno de los ninots, que se clavan para asegurar su fijación.
Así que, desde el 15 de marzo, Valencia vive su fiesta grande. Durante esos días la ciudad no duerme, por lo que hay que cuidar el cuerpo y nutrirlo con su típica paella, que ofrece cualquier arrocería o restaurante de la Malvarrosa.