La paella, la playa, una arrocería o un restaurante en la Malvarrosa. Suelen ser algunas de las paradas habituales de los turistas que, cada año, llegan a Valencia. En concreto, en el último año (2014), el número de visitantes que optó por esta comunidad autónoma para una escapada romántica, un viaje de negocios o una excursión familiar superó los seis millones, según el balance efectuado por la Agència Valenciana del Turisme.
La gastronomía o las playas son algunas de las razones que convierten a Valencia en uno de los principales destinos turísticos de España. Sin embargo, junto a ellos, emerge la oferta cultural y de ocio como otro factor destacado. En este sentido, una de las atracciones de la ciudad es el mercado de l´Escuraeta.
Se trata de un mercado de carácter ambulante que se ubica en las inmediaciones de la Catedral de Valencia. Puede visitarse desde la festividad de la Virgen de los Desamparados (que tiene lugar el segundo domingo de mayo) hasta el domingo del Corpus Christi (a mediados de junio). El barro, la cerámica y la loza son los protagonistas de este comercio, cuyo origen se sitúa en la época de Jaume I. Por entonces, los comerciantes ubicaban sus puestos en esta zona.
Ahora, en l´Escuraeta se venden todo tipo de utensilios para la cocina. Vajillas o recipientes de barro son algunos de los elementos protagonistas de esta cita ferial. Sin embargo, junto a ellos, también se ofrecen objetos decorativos o, incluso, juguetes confeccionados en este material.
Asimismo y en definitiva, entre la treintena de expositores que suele reunirse cada año en este punto de la ciudad valenciana, hay habitualmente un hueco para la tradicional campanita de la Virgen, que destaca como uno de los artículos más buscados. La costumbre era que los padres regalasen uno de estos detalles a sus hijos.