Si por algo es conocida la gastronomía española en el extranjero es por sus sabrosas y variadas paellas. Tanto es así que los restaurantes no han permanecido ajenos al filón de este producto y, en consecuencia, han proliferado arrocerías por toda la península.
Esta globalización gastronómica tiene muchas ventajas pero, no nos engañemos, la Comunidad Valenciana sigue siendo y será el buque insignia de la genuina e inimitable paella tradicional. Genuina, porque fue en la Albufera de Valencia donde comenzó a forjarse su mito. Inimitable, porque la gastronomía no es solo el alimento, sino también el entorno en el que se consume. Y tradicional, porque solo en restaurantes como el de Casa Isabel (Valencia) pueden asegurar que siguen cocinando el arroz como en 1967, cuando en lugar de un restaurante de playa era aún un merendero de verano.
Nosotros queremos que cerréis los ojos y que os imaginéis en una tarde de primavera junto a la playa. Queremos que agudicéis vuestros sentidos y respiréis el aroma incomparable del arroz dorándose a fuego lento. El olor previsiblemente os trasladará a un domingo feliz de vuestra infancia. Saboreadlo. Ahora queremos que los abráis y comprobéis que la imaginación, a veces, se vuelve realidad.
En Casa Isabel es posible. Situado en primera línea de playa y ofreciendo vista al mar Mediterráneo, este restaurante en la Malvarrosa es completamente tangible y su paella sabe a tradición y a domingo. La hay de pollo y de conejo, de marisco, de color rojo y de color negro. Los amantes del arroz caldoso encontrarán aquí su plato y los que prefieran el arroz a banda también tendrán la oportunidad de probar uno con sabor a 1967.
Hablábamos de la primavera, pero probar esta paella al calor de este restaurante familiar mientras llueve afuera es también una experiencia que vuestros sentidos os agradecerán. Vosotros elegís el momento y nosotros le ponemos sabor.