La coca farcida, una receta típica de Valencia

Al viajar a Valencia, siempre se piensa en disfrutar de una deliciosa paella en una arrocería de la playa o en un buen restaurante de la playa de la Malvarrosa. La verdad es que la gastronomía de estas tierras es mucho más rica de lo que se pueda pensar a priori y ofrece delicias no tan conocidas como la coca farcida.

Lo más importante de esta coca farcida es la combinación de sabores y texturas 

La coca farcida es un plato salado que se puede convertir en un sabroso entrante de cualquier menú o, simplemente, para picar entre horas como un delicioso capricho. Es tan popular que se puede encontrar en la mayoría de panaderías valencianas en diversas presentaciones. Eso sí, siempre tienen en común su base de harina y algún tipo de pisto como relleno.

La base de la coca farcida es una simple y sabrosa mezcla de harina, sal y aceite de oliva. Cuando se hornea, resulta crujiente y, a la vez, especialmente suave al paladar. Asimismo, resalta de manera extraordinaria el sabor de su relleno, que puede tener diferentes ingredientes salados.

Una de las versiones más tradicionales de esta coca farcida valenciana se basa en una combinación de pisto de tomate y cebolla, guisantes, huevos duros y atún, lo que convierte su relleno en especialmente jugoso y sabroso. De todos modos, al ser un plato tan tradicional, se pueden encontrar cocas de otros sabores. También es muy habitual comer coca farcida de guisantes, lechuga, huevos duros y un toque de sobrasada.

Realmente, lo más importante de esta coca farcida es la combinación de sabores y texturas que proporciona al comensal, ya que es exquisita con cualquier relleno y, además, permite ser servida en múltiples presentaciones. Recién hecha, caliente y crujiente, es muy apreciada, pero también se puede comer fría como merienda en la playa o cortarse a pedacitos pequeños y servirse como parte de un aperitivo de postín. Una verdadera delicia de la gastronomía valenciana.

Imagen.

Nuestras clásicas cartas