Historia de los estadios de fútbol de la ciudad de Valencia

Un paseo por Valencia puede deparar muchas sensaciones. Desde disfrutar de una paella en la playa, en un restaurante de la Malvarrosa, hasta conocer las emocionantes historias de los estadios de fútbol del Valencia y Levante.

Mestalla, sede del valencianismo, debe su nombre a una de las acequias de la ciudad y tuvo su gran inauguración el 20 de mayo de 1923, en un partido que enfrentó a Valencia y Levante.

Con una capacidad de 17.000 espectadores, solo cinco años más tarde fue remodelado hasta alcanzar las 25.000 plazas, a medida que el club mostraba su potencial deportivo.

La Guerra Civil se hizo muy presente en el estadio, que sirvió de campo de concentración y depósito de chatarra, por lo que sólo se conservó su estructura para su reconstrucción.

Durante la década de los 50 experimentó su más profunda remodelación, puesta en peligro por la gran riada, que aumentó su capacidad hasta los 45.000 espectadores.

Su estreno en competición europea fue en 1961 y, a partir de 1969, pasó a denominarse Luis Casanova; hasta que, en 1997, retomó el nombre de Mestalla.

Ha sido testigo de varias finales de Copa y partidos de la selección española y han pisado su césped figuras como Kempes, Maradona o Pelé.

El estadio Ciudad de Valencia, sede del Levante, fue inaugurado el 9 de Septiembre de 1969, bajo el nombre de Antonio Román, con presencia de Juan Antonio Samaranch, en un partido que enfrentó a Levante y Valencia.

El estadio ha recibido diversos nombres, ya que en los 70 y 80 pasó a denominarse Nou Estadi; hasta tomar el actual, a finales de los 90.

En 2004 se estrenó en la primera división y albergó, por primera vez, un amistoso de la selección española.

En definitiva, dos historias que pueden revivirse en sendas visitas, después de haber disfrutado, en una arrocería, de una excelente comida.

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