Muchas son las cosas que dan fama y renombre a Valencia. Tal vez la primera que viene a la mente sea su cocina, donde reina con esplendor la paella, o tal vez se piensa en sus playas, entre las que destaca la de la Malvarrosa y, como no, en sus fiestas. Pero es innegable que es una ciudad milenaria, con una historia rica y apasionante.
Precisamente, para conocer el pasado de la ciudad de Valencia lo más recomendable es, sin duda, visitar el Centro Arqueológico de l’Almoina. En un entorno especial y con la ayuda de modernos medios audiovisuales, es posible recorrer su historia, reconstruida a través de los restos superpuestos de varios edificios monumentales pertenecientes a diferentes épocas: un alcázar del período musulmán, las termas romanas de época republicana, el foro y curia de la ciudad romana imperial y la zona martirial y episcopal de período visigótico. En definitiva, un auténtico paseo por la historia más remota de Valencia. Y todo apenas a diez minutos de la playa, donde abundan magníficas arrocerías. ¿Por qué no disfrutar de una buena paella en un buen restaurante de la playa de la Malvarrosa?
Los restos arqueológicos que han dado lugar a este interesante centro de interpretación, de unos 2.500 m2, fueron descubiertos en 1985, cuando se iniciaba un proyecto de construcción de la Basílica de la ciudad, que fue desestimado ante la importancia de tal hallazgo.
Después de la compra de los terrenos por parte del Ayuntamiento, se realizaron diversas intervenciones arqueológicas que culminaron en 2007 con la inauguración del museo. Allí no solo se ha hecho una relevante labor de conservación, sino también de selección e interpretación de los abundantes restos descubiertos para que puedan ser disfrutados por el visitante con el mismo o casi igual placer con que se degusta una paella o se aprecia un buen paseo por la playa. No se lo pierdan.
