Los productos que llegan a nuestra mesa, vienen cada vez más de muy diversos lugares. Es por ello necesario conocer bien la procedencia de lo que comemos, porque de ello depende nuestra alimentación y nuestra salud. La huerta de Valencia ofrece una inmensa variedad de productos nacidos de la tierra de la forma más natural posible. Sus deliciosos tomates de fina piel y textura carnosa son considerados unos de los mejores tomates de nuestro país, sin nada que envidiar a variedades tan cotizadas como el raf. Y es que Valencia no es solo es mar y playa, el sector hortofrutícola juega en esta provincia un papel de enorme peso, especialmente aumentado por la calidad de sus productos, nacidos de la tierra de la manera más tradicional.
El tomate valenciano cuenta con diferentes variedades de fama mundial, como son el «Mascles», «Femella»o «del Perelló», todos ellos igualmente sabrosos, dulces al paladar y de poca acidez. Sus condiciones de producción, con ausencia de tratamientos fitosanitarios en la recolección; su especial microclima o las aguas salitrosas con las que se riegan los cultivos, los han convertido en tomates únicos, cuyo intenso sabor ha cosechado una gran fama y numerosos galardones, llegando a ser distribuidos como delicatesen en los más selectos mercados.
Para poder adquirirlos, el consumidor de Valencia no tiene más que dar un agradable paseo por los mercados de los barrios o los puestos cercanos a las huertas, donde podrá ver y deleitarse con el sabor único de los excelentes tomates, que saben a lo que son, tomates.
Una muy buena forma de degustar este delicioso producto es en cualquier arrocería o restaurante en la Malvarrosa. Desde esta bonita playa, el visitante podrá degustar uno de los productos más selectos de la huerta valenciana, tanto como refrescante entrante como de acompañamiento en una sabrosa paella en este enclave privilegiado.