La gastronomía de Valencia es muy rica en productos autóctonos, desde la deliciosa paella elaborada con el mejor riz de la zona y que se puede degustar en cualquier arrocería o restaurant de la Malvarrosa, hasta las verduras frescas de sus huertas o sus ricas naranjas. Pero Valencia ofrece muchos más productos deliciosos como es la refrescante horchata de chufa, una bebida ideal para saborear en las cálidas tardes y noches de verano, eso sí, siempre acompañada de los deliciosos fartons.
Está elaborada con agua, azúcar y chufas majadas, así como otros ingredientes como piel de limón o canela, para potenciar el sabor. La chufa es un pequeño tubérculo procedente de las raíces de la juncia avellanada, similar a la avellana. Se elabora lavándola y triturándola en un molino, dejándola macerar y volviéndola a prensar hasta obtener el producto final. Tras esto, se añade azúcar y de nuevo se tamiza y deja enfriar.
Su origen se remonta a hace miles de años en la región sudanesa de Chuf así como al Antiguo Egipto, según los vasos con chufas encontrados en los ajuares funerarios faraónicos. Los autores árabes y persas ya hablaban de sus grandes beneficios desinfectantes y digestivos, al ser rica en minerales y vitaminas como el fósforo, vitamina C y E, calcio, hierro, magnesio o potasio. En España aparece la primera referencia escrita a finales del XVIII en la obra «Alcaldes de Casa y corte», donde se describe la receta.
Pero para degustar la horchata, se requiere de un delicioso fartón, un dulce alargado y glaseado de azúcar típico de Alboraya. Fue en los 60 cuando la familia Polo elaboró este rico bollo para incluirlo en el vaso y que absorbiera la horchata, de manera que nació una completa y deliciosa merienda que enamora a propios y a visitantes y que se puede degustar en las cálidas tardes de playa en Valencia.