El Mercado de Colón, un símbolo del modernismo valenciano

Una ruta por la ciudad de Valencia es un viaje por su gastronomía, su playa o sus festejos, pero también por su arte e historia. La ciudad está plagada de rincones que evocan épocas doradas de arte, como ocurre con el Mercado de Colón. Este emblemático edificio, situado en el Primer Ensanche, es un ejemplo del paso del modernismo por la ciudad. Una corriente caracterizada por el uso de hierro, cerámica o vidrio, así como elementos decorativos representativos de la zona, como las huertas, naranjas, falleras o pescadores.

Un edificio que se construyo hace un siglo, pero que sigue vivo para los valencianos

El Mercado fue construido en el año 1914 por el arquitecto municipal Francisco Mora, para abastecer la demanda creciente del vecindario. Para ello, se construye un gran espacio longitudinal de tres naves con cerchas metálicas y dos portadas de ladrillo y piedra cerrando sus extremos, a la manera de arcos triunfales, con policromía y gran ornamentación. El conjunto lo remata una verja artística de forja que le da una imagen rectangular, con esquinas achaflanadas de 100×47 metros. Su estilo estaba influido por las corrientes modernistas catalanas de Domènech i Montaner y Puig i Cadafalch. El edificio fue inaugurado en la Nochebuena de 1916, entre una enorme expectación de la sociedad de la época.

En la actualidad, la rehabilitación le ha devuelto el brillo de la exquisita decoración original, armonizándolo con un proyecto vanguardista, compuesto por seis cubos de cristal que albergan tiendas, restaurantes, comercios y el mercado, donde los valencianos pueden relajarse y disfrutar del entorno.

Un recorrido por el arte modernista de la ciudad llevará al viajero, además, a emblemáticos lugares, como la Estación del Norte o el Edificio de Correos, en el tradicional barrio de pescadores, testigos vivos del paso del modernismo por la ciudad. Para descansar del paseo, nada mejor que deleitarse con una paella en alguna arrocería o restaurante en la Malvarrosa, todo un placer para los sentidos.

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