Antes de llegar a la mesa, el arroz ha recorrido siglos de tradición, un año de producción y, si viene de la Albufera, un pequeño paseo hasta la cocina.
Desde el “planter” hasta la arrocería, el arroz de tu paella se ha conseguido con mucho esfuerzo y un conocimiento centenario. ¿Cómo se cultiva este cereal?
La primera labor consiste en preparar el terreno para la siembra con las labores de fangueo, de enero a mayo. Los campos se vacían de agua, se aran y se mezcla la tierra con el forraje del año anterior, que nutre el suelo. Se nivela y alisa el terreno, se deja secar, etc… y, al final, vuelve a entrar el agua. El planter (plantel) queda preparado para la siembra del arroz o “barrejat”, entre finales de abril y principios de mayo.
Antiguamente, en la Albufera de Valencia la siembra se realizaba trasplantando “guaixos” (manojos) de arroz germinado que se habían plantado en semilleros, en marzo.
Hoy se hace la siembra directa arrojando la semilla al campo inundado, a mano o con maquinaria. A finales de mayo el arroz emerge del agua y empieza a ahijar y es entonces cuando se lucha contra la plaga del “cucat”, sin plaguicidas.
Entre junio y julio empiezan las labores de “eixugó”, el secado o drenaje de los campos. La caña de la planta se hace más rígida y fuerte para poder soportar el peso de los granos de arroz, que empiezan a surgir a finales de julio y maduran durante agosto.
A finales de mes o principios de septiembre se recolecta y se lleva a los “sequers”, donde pierde humedad y luego se guarda en silos. Al mismo tiempo, los campos se van preparando para el año siguiente. Mientras tanto, nosotros seguiremos disfrutando de esta joya y, si es frente a la playa, en un restaurante de la Malvarrosa, mejor.
