Valencia cuenta con una variada oferta de ocio para el verano, como su turismo de sol y playa, su arte e historia o su deliciosa gastronomía, representada en la internacional paella o los frescos productos del mar de los que disfrutar en una arrocería o restaurante en la Malvarrosa.
Pero quienes busquen además grandes dosis de diversión y un ambiente colorido y festivo se encuentran en el lugar perfecto. A lo largo de esta rica tierra se celebran cada año multitud de fiestas patronales de temática variada.
Estas festividades constituyen un patrimonio inmaterial de valor incalculable y un atractivo cultural, artístico y turístico para locales y visitantes.
En julio, por ejemplo, se celebra la Feria de Juliol. Durante su Gran Nit se ofrece una treintena de actividades, como actuaciones musicales, danza, teatro, fuegos artificiales, coloridos pasacalles o visitas a espacios emblemáticos.
Pero la fiesta más famosa, sin lugar a dudas, se ubica en Buñol cada 27 de agosto, celebrada en honor a su patrón san Luis Beltrán. La Tomatina es una divertida festividad de Interés Turístico Nacional. Ha alcanzado fama por su célebre batalla de tomates, donde unas 22.000 personas se lanzan cerca de 140.000 kilos.
En agosto se desarrollan también el Bous al carrer o Toros en la calle, un evento realmente popular y organizado especialmente en las comarcas de la Marina Alta, así como el Misterio de Elche, la única festividad de carácter sacrolírico festejada ininterrumpidamente desde el siglo XV.
Constituye toda una joya de la cultura popular con numerosos reconocimientos como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Cierran el período de fiestas patronales las de Paterna, con la Cordá, los fuegos artificiales celebrados el último domingo de agosto como culminación de las Fiestas Mayores.
En suma, Valencia conforma un paraíso natural, cultural y gastronómico donde perderse este verano.
