Cuando se recorre España se descubren costumbres y formas de ocio propias de cada lugar. Otras veces son, precisamente, esos rincones los que revelan modos únicos de entender una tradición.
Es el caso de Valencia, la playa o la paella son dos atractivos buscados por los turistas que escogen esta comunidad mediterránea, que en el último año se cifraron -según confirma la Agència Valenciana del Turisme– en más de 22 millones de personas. Junto a los enclaves paisajísticos o la gastronomía, Valencia aporta a estos viajeros sus costumbres. Y, entre ellas, destaca la torrà.
La torrà es lo que, en otras zonas de la península, se conoce como barbacoa o parrillada. Es decir, se trata de la costumbre de reunirse para cocinar y, posteriormente, degustar distintas carnes a la brasa, generalmente acompañadas de otras especialidades.
Dado que no todo el mundo cuenta con espacio en su entorno doméstico para la puesta en práctica de este hábito, en Valencia existen distintos lugares públicos donde puede prepararse:
–La Pradera del Rey: en la comarca del Camp de Túria, este espacio se ubica concretamente en Vilamarxant. Habilitado con barbacoas y mesas, cuenta además con lavabos. Destaca por su comedor cubierto, para días de mal tiempo.
–La Canyada del Conil: a unos 20 minutos en coche de la ciudad, presenta todo lo necesario para preparar una torrà, así como paelleros y merenderos. Está en Torrent.
–Portacoeli: este punto está dotado de tres zonas para barbacoas. Además, se caracteriza por la amplitud del entorno, propicio para las actividades infantiles. Se encuentra en el término municipal de Serra.
–Santo Espíritu: situado en Gilet, esta zona está dotada de unos 65 merenderos, 4 paelleros y espacio para juegos.
En resumen, además de un restaurante en la Malvarrosa o una arrocería, una torrà es otro plan gastronómico propio de Valencia.