Los actores Kiko Moya, Alberto Redrado y Luis Moya han dado vida en las pantallas del cine a la acción vivida en el restaurante l’Escaleta, un punto gastronómico de la Berlinale. En el film se narra desde el punto de vista del personaje de Luis Moya todo lo implicado en el regreso al hogar luego de un tiempo de ausencia teniendo como meta ayudar a la familia.
Presentada durante el Culinary Zinema, esta obra mostró junto a diversos films documentales y películas de ficción el mundo gastronómico desde otra perspectiva, poniendo al descubierto tanto las diferentes facetas de la industria culinaria, como los sentimientos que suelen acompañar a quienes forman parte de ella.
La película y su tema
“Y en cada lenteja un dios” es el título con el que se designó a esta obra en la cual se centra la historia en los esfuerzos de un hijo y hermano que busca mostrar la cocina elaborada en l’Escaleta desde un punto de vista que traspase lo simple.
Lo que la hace diferente es el esfuerzo por mostrar tanto la identidad como el esfuerzo de una familia dedicada a la gastronomía y que se expresa a través de esta.
La historia del personaje sirve como base para el desarrollo de la película, contando un retorno al hogar cimentado en el amor más puro y profundo que pueda existir, tanto para la familia como para la comida y la tierra de origen.
El escenario es la Comunitat Valenciana, en medio de la cual se ve el crecimiento y la actividad de los personajes que forman parte del restaurante, la evolución del mismo durante el transcurso de los años y el crecimiento que la cocina de l’Escaleta ha tenido durante casi 4 décadas.
Si bien parece la temática de una película romántica o de recuentos de vida, los sentimientos que recopila no se limitan a este tipo de películas, dando así la oportunidad de descubrir una faceta humana que no es tan fácil de ver, los sentimientos y vidas detrás de un restaurante.