Conoce la Valencia más señorial: Palacio del Marqués de Dos Aguas

La belleza de la ciudad de Valencia no se mide solo por su playa o sus alegres festividades, también, y no menos importante es su excepcional cultura y monumentalidad. Esto se plasma en edificios tales como la Catedral, el Tribunal de las Aguas o el palacio del Marqués de Dos Aguas, este último, un bello edificio de origen barroco en el que es imprescindible detenerse.

El origen del palacio se remonta al 1740 y es resultado de una reforma realizada en una antigua casa perteneciente al marquesado de Dos Aguas. Se trata de un edificio de un marcado estilo rococó que cuenta con una planta irregular distribuida alrededor de un patio y flanqueada por dos torres. La puerta principal, situada en uno de los laterales, está realizada en alabastro por Ignacio Vergara.

La fachada se organiza en torno a la parte central, donde preside la Virgen y de la que descienden el Turia y el Júcar (los ríos más caudalosos de Valencia) representados por figuras humanas. También se muestran los caudales que simbolizan el título del marquesado, cuyo escudo se haya en el dintel. La portada estaba rematada con bellos frescos de Rovira que desaparecieron con una remodelación y fueron sustituidos por estucos y rosas imitando mármoles.

El edificio, declarado Monumento Histórico-Artístico en 1941, acoge en la actualidad el Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias González Martí, una colección de gran valor con piezas de todas las épocas. Además, sus bellos salones decimonónicos albergan carrozas del siglo XVIII. Este palacio representa una magnífica huella de la historia de Valencia, una fascinante fotografía del pasado, imprescindible para componer su identidad presente y futura.

En definitiva, la ciudad de Valencia se ofrece generosa al viajero en su monumentalidad, pero también en su cultura y gastronomía. Es de obligada degustación su excelente paella elaborada de forma tradicional en alguna arrocería o en algún buen restaurante de la playa de la Malvarrosa.

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