Pasear por una playa de Valencia y pararte a comer una paella en un restaurante de la Malvarrosa o una arrocería es, sin duda, una experiencia única que difícilmente olvidarás. Pero, ¿por qué no ir más allá y descubrir más especialidades gastronómicas genuinamente valencianas?
La coca de dacsa es un plato tradicional de la comarca valenciana de La Safor. Si viajas por Gandía y pueblos de su entorno, podrás probar estas originales cocas hechas a base de harina de maíz, aceite, agua y sal.
La elaboración de la masa de las cocas de dacsa es realmente fácil. Tan sólo es necesario hervir agua, sal, aceite y harina de maíz, removiendo todos los ingredientes mientras se cuecen a fuego lento. Cuando esta mezcla ya está hecha, se deja enfriar.
A continuación, cogemos bolas de masa, las aplastamos para darles la forma redonda característica y las freímos con poco aceite hasta que quedan doradas. Hay que tener en cuenta que se comen calientes, por lo que es preferible que antes de ponerlas al fuego ya tengamos el relleno hecho.
Aunque en la actualidad se preparan cocas de dacsa de sabores muy variados, si queremos comer las tradicionales tenemos que cocinar un relleno con huevos duros, pimiento rojo frito, una lata de atún y una de anchoas. Cortando todos estos ingredientes a trozos pequeños, mezclándolos bien y dándoles un golpe final de calor en la sartén conseguiremos una deliciosa farsa con la que rellenar las cocas de dacsa, digna de la cocina de las tradicionales abuelas valencianas.
¿Quieres volver a sentirte como si pasearas por la playa de Valencia? Prepara una fuente de cocas de dacsa y pon tus rellenos favoritos en diversos cuencos repartidos por toda la mesa. Tendrás una cena perfecta para compartir con tus amigos, mientras disfrutáis del sabor de la genuina cocina valenciana.