El pasado árabe de Valencia se hace notar en su rica gastronomía. Desde el arroz o el azafrán, ingredientes imprescindibles de la paella introducidos por los árabes durante el siglo VIII, hasta otros productos usados en la repostería tradicional como la miel o las almendras. Precisamente este fruto seco es uno de los protagonistas de esta receta, el Arnadí, un dulce tradicional valenciano que se elabora durante la Cuaresma y Semana Santa, pero tan delicioso que es apto también para consumir en los días de sol y playa o en las tardes de otoño.
Un dulce delicioso, tradicional y muy nutritivo
El Arnadí tradicional está hecho a base de calabaza y azúcar, aunque muchas variantes de la receta incorporan boniato. Y la preparación es bien sencilla: se asa la calabaza, se pela y limpia y se mete en una bolsa de tela durante unas 24 horas, para que pierda la mayor cantidad de agua posible. Después, se incorpora azúcar, harina de almendra, las yemas de varios huevos bien batidas, canela y ralladura de limón, hasta conseguir una masa homogénea, que después se cuece en un recipiente a fuego muy lento durante 20 minutos. Finalmente se pasa a un recipiente de arcilla, se adorna con almendras y piñones y se mete en el horno hasta que estos estén doraditos.
El resultado es un dulce delicioso, natural y muy nutritivo. La calabaza es un alimento adecuado para todo tipo de dietas (a pesar de su dulzura no aporta demasiadas calorías), es antiinflamatoria, diurética y beneficiosa para la vista y el corazón. El azúcar ayuda a controlar la tensión y el colesterol, por su bajo contenido en sodio y la almendra, por su parte, ayuda a prevenir la osteoporosis y la diabetes. Además, es un dulce versátil que combina con cualquier tipo de plato. El Arnadí, por ejemplo, pone el colofón a una comida tradicional en alguna arrocería o en algún buen restaurante de la playa de la Malvarrosa, en Valencia.