No puedes ir a una arrocería o un restaurante de la Malvarrosa y disfrutar de una deliciosa paella en la playa de Valencia sin acabar tu comida con un postre tan típico y delicioso como es la toña.
Este dulce se consume en prácticamente toda la Comunidad Valenciana, aunque en cada región se le llama de manera diferente, como, por ejemplo, fogassa o pa socarrat. Sea cual sea su nombre, ¡merece la pena que lo conozcas y saborees!
La toña es una especie de brioche que se elabora con los mismos ingredientes que la tradicional mona de Pascua levantina. Una receta típica de este dulce incluye harina, huevos, aceite, leche, levadura, azúcar, sal y ralladura de limón, aunque también es habitual añadirle agua de azahar.
Se decora con una mezcla de agua y azúcar para crear los característicos granos de su superficie, aunque hay personas que también la pintan con un huevo para dorarla más. Hay que tener en cuenta que la toña se distingue por su capa exterior oscura y tostada, de ahí que muchas veces se le conozca como pa socarrat.
¿Por qué te seducirá una toña? Esencialmente, por su sabor dulce y suave y su textura esponjosa, que resulta muy ligera en boca y se consigue por un amasado trabajado combinado con horas de reposo.
Con la misma masa de la toña se realizan diversas variedades de repostería, que se diferencian esencialmente por su forma. Así, el rollo es un pan tostado con forma redonda y un agujero en el centro y la trena se realiza con dos cuerdas de esta masa entrelazadas y caramelizadas por una capa de merengue y azúcar.
La versión más divertida de las toñas son las toñitas, pequeños brioches que se parten por lo mitad y se rellenan con un trozo de helado de barra. Vale la pena que te animes a probar este dulce tan tradicional.