¿Has oído hablar en alguna ocasión de los capellanets? Son unas de las joyas de la gastronomía valenciana más apreciadas. Tal vez te empiecen a sonar si te contamos que se trata de un pescado que también se conoce como bacalá, bacaladilla, lirio o maira. Es de pequeño tamaño y se captura en abundancia, principalmente, en el Mediterráneo y el norte del océano Atlántico.
Este manjar tan valorado tiene un bajo contenido graso y es una gran fuente de proteínas y minerales como el magnesio, el yodo y el zinc. Además, su aportación vitamínica es considerable (especialmente, en las del grupo B, como son las B1, B3, B9 y B12). Su carne es exquisita, aunque se descompone con facilidad. En nuestra comunidad es habitual que lo encuentres abierto, secado y salado.
Un plato ideal para comer en la playa
Este abadejet o bacalao de pequeño tamaño es verdadera ambrosía, tan autóctono que algunos lo han bautizado como el caviar valenciano. Los capellanets completan un plato perfecto para comer en la playa, a la par que disfrutas de las vistas que te ofrece un restaurante junto al mar.
Si visitas la ciudad de las naranjas dulces y paseas por la Malvarrosa o el barrio marinero del Cabanyal, no puedes dejar escapar la oportunidad de degustarlos. Este pescado se cura abierto en la barca, con el aire del mar.
A la hora de prepararlo, se torra un poco con un soplete o la llama de un fogón y se desmiga sobre un tomate aliñado con un buen aceite de oliva, que, a su vez, sirve para conservarlo durante días en la nevera. Este producto del mar también lo verás incorporado a otras recetas.
En definitiva, los capellanets son unas de las mayores exquisiteces de la gastronomía valenciana, casi a la altura de la paella. ¿A qué esperas para venir a probarlos?