Llega el verano y con él los cálidos días de sol y playa, momentos ideales para desconectar de las obligaciones y rutinas y disfrutar del ocio y la gastronomía de Valencia. Una magnífica forma de hacerlo es saboreando uno de sus más refrescantes productos, el Agua de Valencia, un gran aliado contra el calor del que disfrutar en alguna terraza o restaurante en la Malvarrosa.
Este delicioso cóctel, ya presente en las mesas valencianas desde finales de los 50, es a día de hoy, muy consumido y valorado por valencianos y visitantes. Se realiza con zumo de naranja, vodka, ginebra y champán o cava y su elaboración es muy sencilla. En una copa se añade zumo de naranja recién exprimido y champán a partes iguales y la mitad de vodka y ginebra; después, se añade azúcar al gusto, se remueve todo y se sirve muy frío. Existen además otras variedades con ron o sidra, así como versiones de distintas ciudades y zonas de todo el mundo como el Agua de Sevilla o el Agua de Malvarrosa.
Según narra la escritora María Ángeles Arazo en su obra «Valencia noche», su origen proviene de la Cervecería Madrid, donde un grupo de viajantes de procedencia vasca pedía siempre «Agua de Bilbao», en referencia al mejor espumoso del local, pero en una ocasión, ya cansados de tomarlo, retaron al dueño del bar, Constante Gil, a que elaborara algo novedoso y les ofreció «Agua de Valencia». Su delicioso sabor hizo que en sucesivas ocasiones solo pidieran este cóctel, aunque sería ya en la década de los 70 cuando se abrió al gran público para hacerse muy conocido y demandado en las cálidas noches valencianas.
Disfrutar de una deliciosa paella en una arrocería del Paseo Marítimo, para saborear después este refrescante cóctel en la mejor compañía, es un verdadero placer para los sentidos.