El vino es un producto que, tomado con moderación, aporta al organismo una gran cantidad de beneficios. Básico en una dieta mediterránea saludable, esta bebida posee un carácter antioxidante debido a los polifenoles, algo fundamental también para prevenir enfermedades cardiovasculares.
Un consumo saludable consiste en una copa de vino al día. Existen muchas variedades de gran calidad, como los caldos de la provincia de Valencia de Utiel, Requena y Campo de Llíria, deliciosos y con denominación de origen. Y es que su calidad y fama traspasan fronteras, ya que se les conoce tanto o más como la paella.
Los vinos de Utiel-Requena y Campo de Llíria proceden de la zona interior de esta provincia levantina. Los campos de cultivo, con sus correspondientes bodegas, ocupan una extensión de 1.800 kilómetros cuadrados. Comprendidos entre las serranías del Remedio, Mira y las sierras del Tejo y Cabrillas, se encuentran regados por el río Magro.
La variedad tinta es la Bobal, que cuenta con una gran resistencia y nace más tarde que otras viñas, lo que les facilita protegerse mejor de las heladas. El clima mediterráneo y las características de la tierra proporcionan al vino una calidad única.
Aunque la tradición vinícola de la región se remonta hasta el siglo VII a. C., estos vinos no empezaron a comercializarse hasta 1991, con la llamada Bodega Redonda, actual sede del Consejo Regulador. Sus caldos poseen diferentes variedades, cuyo común denominador es el color guinda y su sabor intenso, carnoso, con una magnífica acidez y un aroma de frutos rojos y arándanos.
Los vinos de Valencia componen un patrimonio de gran valor gastronómico y cultural. Su calidad y variedad permiten poder escoger para cada ocasión una experiencia única. En cualquier buen restaurante de la playa de la Malvarrosa donde el viajero podrá degustar el sabor intenso y aromático de la Valencia más auténtica.
