El 97,1% de los turistas que visitan Valencia lo hacen por motivos de ocio, recreo o vacaciones. Es la conclusión de la Agència Valenciana del Turisme respecto al último ejercicio de referencia (2013), un año en el que la comunidad recibió 22,8 millones de turistas, entre visitantes extranjeros y españoles. Según el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, en su encuesta de gasto turístico (Egatur), esta tendencia positiva se mantiene al cierre de 2014, al incrementarse el gasto total de los viajeros un 5,9% y crecer tanto el desembolso como la estancia media. En este sentido, entre las actividades más frecuentes del público que elige esta región, conocida por la paella y la playa, figuran, precisamente, las actividades al aire libre y el turismo gastronómico.
Los visitantes que conocen la región en profundidad saben de su gran variedad de recetas
Junto a los arroces (al horno, con mariscos, a banda, negro, entre otros) la oferta culinaria de la comunidad tiene también entre sus referentes la «coca farcida» (masa rellena de pisto), la «borreta de melva» (pescado), el «esgarraet» (a base de bacalao en salazón), el «all i pebre» (un guiso con anguila y patata), el «suquet de peix» (pescado elaborado con salsa), las «clochinas» o el hervido valenciano, por ejemplo. El carajillo (café con ron, canela y limón) y dulces típicos como el turrón, el «arnadí» (postre con almendra y calabaza) o los buñuelos son también algunos habituales en las mesas de Valencia.
En resumen, una arrocería o un restaurante en la Malvarrosa suele ser una fiel representación de la gastronomía de Valencia, comunidad que se mantiene como el tercer destino de los turistas por España -solo por detrás de Andalucía y Cataluña- y el segundo si se tiene en cuenta el número de pernoctas, cifradas en más de 163 millones anuales. En comida, cena, aperitivo o tapa, los platos tradicionales de Valencia reflejan los atributos de la dieta mediterránea.