Los rollitos de anís, una dulce tradición de Valencia

Estás en una buena arrocería y se acaba el plato. Tras una suculenta paella ¿no es un final perfecto regalarse de postre un rollito de anís con el café? Bueno, si te cabe, claro.

Este dulce típico valenciano es muy navideño, pero si algo tienen de bueno los dulces caseros es que pueden tentar a los más golosos en cualquier día del año.

Los rollitos de anís o rollets d´anís, que a veces se conocen como borratxets por su contenido en alcohol, son una de esas tradicionales recetas que pasan de madres a hijas generación tras generación. Un dulce de ingredientes humildes como suelen ser todos los dulces caseros, pero que ha alegrado muchas meriendas y celebraciones populares en Valencia.

No era raro que te ofrecieran un rollito de anís cuando visitabas a algún vecino, junto con una copita de mistela o del propio anís o con el café.

Azúcar, harina, aceite y anís (o cazalla) y quizá algún aromatizante como el limón o la canela, en algunas casas también huevo… es un buen ejemplo de repostería valenciana. Gran heredera de la tradición repostera árabe que usaba el aceite de oliva, especias, cítricos y muchas veces frutos secos.

El rollito de anís más “canónico” no usa frutos secos, pero como buena receta familiar, en cada casa se le da su toque y no es raro ver alguno con almendra.

Esta rosquilla tiene un sabor aromático y, si está bien hecha y horneada en su punto, su textura crujiente se deshace en la boca.

Es un dulce perfecto para regalar con cariño guardado en una caja de lata. Y si estás de visita por Valencia en otoño o invierno, ya sabes: disfruta de un restaurante en la Malvarrosa, date un agradable paseo por la playa y, al caer la tarde, merienda unos rollitos de anís en alguna de las buenas pastelerías de la ciudad.

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