Existen muchos tipos de flanes -de naranja, coco o vainilla- pero, sin ninguna duda, el que está hecho en casa tiene, además, un sabor especial. Un buen flan casero puede estar compuesto por ingredientes naturales como los huevos, la leche o el azúcar, o en el mimo con el que se elabora esta receta que tantos años lleva como base en la repostería española. Son muchos los lugares donde se puede degustar este popular dulce pero una sugerencia que ningún amante de la buena mesa suele rechazar es disfrutar de una exquisita paella con su posterior flan de huevo en alguna arrocería o en un buen restaurante de la playa de la Malvarrosa, en Valencia, centro de deliciosas experiencias culinarias.
El flan cuenta con un alto contenido en yodo y calcio
Un buen flan casero, además de un producto de exquisito sabor, resulta un alimento muy saludable para tomar como postre, merienda o en cualquier momento. Y es que posee un gran aporte energético, siendo recomendado incluso para deportistas. Tanto la leche como los huevos otorgan numerosas proteínas al organismo y resultan dos de las fuentes más importantes para mantener los tejidos en perfecto estado. Cuenta, además, con un alto contenido en minerales tan importantes como el yodo o el calcio. El primero se encarga de regular el colesterol además de procesar los hidratos de carbono y fortalecer el cabello, piel y uñas. El segundo de ellos ayuda al crecimiento de los huesos y a la rápida absorción de grasas del organismo. Su aporte energético, gracias al azúcar, proporciona hidratos de carbono que resultan imprescindibles para obtener la energía necesaria del día a día.
El flan casero -elaborado de forma natural y artesanal- es, en definitiva, un postre saludable y delicioso del que disfrutar tanto si se elabora en casa como por grandes cocineros en un enclave de vistas únicas como puede ser la playa de la Malvarrosa en Valencia. Dos placeres a los que nadie podrá ni querrá negarse.