Valencia es un lugar especial para visitar en cualquier fecha del año, y no lo es menos en el día de San Valentín; una celebración de larga tradición para los enamorados de todo el mundo. Vivirlo en Valencia resulta único: pasear por sus bellos jardines y parques, visitar sus monumentos y museos o saborear una típica paella valenciana en algún restaurante de la playa de la Malvarrosa pueden hacer más especial este día.
La historia del revolucionario sacerdote Valentín inspiró a las parejas a rememorarlo en una tradición que se mantiene desde hace 18 siglos
Esta celebración no es novedosa sino que se remonta a la época romana, concretamente al siglo III, cuando el sacerdote Valentín decidió desafiar al emperador Claudio II que prohibió los matrimonios entre jóvenes. Este consideraba que los solteros sin familia eran mejores soldados al carecer de ataduras, de forma que el religioso celebraba en secreto los matrimonios de los enamorados. El emperador lo encerró y, tras un tiempo prisionero, fue martirizado y ejecutado el día 14 de febrero del año 270; en su tumba se plantó un almendro de flores rosadas, símbolo de amor y amistad duraderos.
Ya en el siglo XX se ha ido implantando en muchos países, proveniente del mundo anglosajón. Es un momento para que las parejas enamoradas expresen su cariño y amor mutuos. Valencia es todo un oasis para celebrar este día: se puede crear un ambiente íntimo y romántico a través de largos paseos por la playa o disfrutando de la mejor gastronomía en una arrocería cercana al puerto; donde saborear los deliciosos platos valencianos, como la internacional paella o un all i pebre.
Ver uno de sus inolvidables atardeceres desde la Albufera, acercarse a la Plaza del Mercado con su bella Lonja de la Seda o realizar un tour por la impresionante Ciudad de las Artes son otras de las múltiples opciones para vivir este día especial en la mejor compañía.