Tan importante como la paella es la fallera mayor de Valencia. Entre otros cometidos, deberá actuar como representante principal de las fiestas en todas las actividades organizadas por la comisión principal. Además, dentro de la categoría infantil, existe un título igualmente para las niñas. La candidata, con sorpresa y emotividad, recibe una llamada en la que es nombrada Fallera Mayor por la alcaldesa Rita Barberá. Se convierte de este modo en el epítome de la mujer valenciana y, de aquí en adelante, un trabajo intenso le espera, desde primera hora de la mañana hasta bien entrada la noche. Consciente de su importancia, deberá acudir a los principales actos falleros, así como las mascletàs o la cremà.
Hasta 1980 no se volvió a instaurar el sistema de votos para elegir a la fallera mayor
Precisamente, semejante galardón este 2015 ha recaído sobre la joven valenciana de veintidós años Estefanía López, una graduada universitaria en Derecho que en la actualidad oposita a judicaturas. Pertenece a la falla Carrera Malilla-Isla Cabrera y ya cuenta con experiencia como Fallera Mayor Infantil durante 2003. De este modo, López se suma a una lista innumerable de mujeres valencianas que se remonta a los años treinta. Como curiosidad, la primera, elegida de forma completamente democrática en 1931, se llamaba Ángeles Algarra Azura. Se ha de tener en cuenta, además, que no fue hasta 1980 cuando se volvió a instaurar el sistema de votos.
Y, durante las numerosas celebraciones de la ciudad, constituidas principalmente por la exhibición de imaginativas figuras de cartón-piedra, muchas de corte satírico, y la cremà final, destaca por igual la gastronomía propiamente fallera. Entre los dulces, figuran los buñuelos de calabaza o la horchata. Como comida principal, el protagonismo se lo sigue llevando la paella, la cual se puede degustar en cualquier arrocería de la capital y, muy especialmente, en un buen restaurante de la playa de la Malvarrosa, en Valencia, donde el toque marinero resulta inconfundible.