La lubina, otro manjar presente en la gastronomía valenciana

La lubina, alimento protagonista de las grandes ocasiones, es un pescado digno de disfrutar en cualquier momento, en casa o en la playa. De hecho, se trata de un producto muy recomendado dadas sus múltiples propiedades, que conocen bien en cualquier arrocería o restaurante de la Malvarrosa de Valencia.

Un pescado fácil de degustar y con muchas posibilidades de cocina

Su nombre viene del latín ‘lupa’ (“loba”) por su fama de depredador. Es uno de los pescados blancos más magros, ya que aporta 1,3 gramos de grasa por 100 gramos de carne. Por eso es un alimento idóneo en dietas hipocalóricas o de protección gástrica y hepática.

También es una fuente importante de proteínas y vitaminas del grupo B, que permiten el aprovechamiento de los nutrientes energéticos e intervienen en numerosos procesos funcionales. Asimismo, la lubina aporta hierro, zinc y fósforo, que ayudan a tener una piel equilibrada, mantener unos huesos sanos y mejorar nuestra agilidad mental.

Aunque los mejores ejemplares de lubina son salvajes y se encuentran, entre otros lugares, en el Mediterráneo, los producidos en piscifactoría supone ya el 85% de las existencias, por lo que es fácil encontrarlos todo el año. En España, Valencia es una de las principales productoras de este pescado. La forma de la lubina es robusta y alargada, con una piel gris y brillante y un vientre blanquecino.

Se trata de un pescado blanco delicioso y con pocas espinas, por lo que resulta muy apropiada para niños y para mayores. Además, puede cocinarse de muy diferentes maneras. Desde la más ligera, como la lubina al papillote con verduras, a la más conocida, como la lubina a la sal. De hecho, se puede emplear en las mismas recetas que incluyen cualquier pescado blanco, incluso en la paella.

En conclusión, es un alimento altamente beneficioso para nuestro organismo, con innumerables posibilidades culinarias, y de presencia obligada en cualquier casa y en los restaurantes y arrocerías más selectas.

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