Si hay un espacio vertebrador que ha determinado la evolución de la ciudad de Valencia, ese es el viejo cauce del río Turia. Arteria que atraviesa la ciudad, pasó de ser el conductor del agua hasta el Mediterráneo para convertirse en el pulmón verde de la ciudad, punto clave para el turismo y epicentro de multitud de actividades.
En el antiguo cauce, ahora conocido como Jardín del Turia, puedes encontrar desde zonas verdes hasta una arrocería donde degustar la paella típica valenciana. En sus nueve kilómetros de longitud, que configuran la parte norte y sur de la ciudad de Valencia, igual puedes practicar deporte o circular en bicicleta por su renovado carril bici, como degustar los arroces en alguno de los restaurantes, o admirar la maravillosa Ciudad de las Artes y las Ciencias, famosa por su impresionante arquitectura, uno de los principales atractivos para el turismo.
Los numerosos puentes que se encuentran repartidos por la longitud de todo el viejo cauce eran la vía de comunicación entre una parte y otra de la ciudad, cuando el río Turia cumplía su función como río.
Tras la gran Riada de Valencia en 1957, en la que las lluvias desbordaron el cauce e inundaron la ciudad, causando gravísimos daños materiales y ocasionando el fallecimiento de decenas de personas, se planteó sacar el recorrido fluvial de la ciudad (construyendo el nuevo cauce que existe actualmente en la parte sur) y convertir lo que hasta entonces había sido río en un espacio de encuentro y esparcimiento para valencianos y turistas.
En 1976 se culminó el proyecto y el viejo cauce del río Turia pasó a convertirse en la zona verde por excelencia de la ciudad. Su extensión, fauna, flora y la posibilidad de realizar multitud de actividades, ha hecho de este espacio una visita obligada para el turismo en la ciudad de Valencia.
