Joaquín Sorolla es el artista por excelencia de la playa de la Malvarrosa, que inmortalizó en diversos cuadros. De hecho, los cuadros del pintor que mayor precio alcanzaron fueron precisamente los realizados allí. ¿Quieres saber por qué?
La Malvarrosa, escenario de Sorolla
La playa de la Malvarrosa fue donde los cuadros de este genial artista adquirieron el inconfundible brillo del Mediterráneo que caracterizan sus cuadros. No es de extrañar que su cuadro Pescadores. Barcas Varadas fuera adquirido por un precio de más de un millón de euros. Los tonos azules en combinación con los ocres de la tierra dejan ver esta luz tan particular, que imperturbada en el tiempo, aún sigue deleitando nuestros ojos.
Era el año 1909, en torno al verano. Sorolla se sentía un hombre feliz y realizado, ya que sus obras habían alcanzado el éxito en Estados Unidos, y decidió pintar una serie de cuadros en la playa valenciana. Así nacieron sus cuadros ambientados en la playa de la Malvarrosa, extraordinariamente luminosos y embellecidos todavía más por los motivos arquitectónicos clásicos griegos. De esta época son también conocidos sus cuadros Paseo a la orilla del mar y El baño del caballo o Chicos en la playa, cuyo estilo contrastó con el pesimismo de la generación del 98.
Aunque Sorolla vivió en Madrid desde 1890, siempre volvía a la playa valenciana con la que nunca dejó de soñar, por lo que los cuadros de dicha serie fueron los únicos que colgó en las paredes de su estudio en la capital española.
¿Qué gustó tanto a Sorolla de la playa de la Malvarrosa? No podemos explicarlo, porque quizá no existen palabras para describirlo. Por eso, Sorolla decidió expresarlo en la luz de sus cuadros. ¿Por qué no vienes tú a experimentarlo también? Siente la brisa, el calor del sol y el aroma característico del mar en nuestra terraza.