Historia de la basílica de la Virgen de los Desamparados de Valencia

Valencia es una ciudad que puede presumir de un patrimonio rico y variado. Su playa, su gastronomía y sus monumentos la convierten en uno de los núcleos más interesantes del Mediterráneo español. Todo el mundo conoce las Fallas, la paella o la catedral, pero, entre todos estos iconos, Valencia esconde multitud de tesoros. Uno de ellos es la Basílica de la Virgen de los Desamparados, ubicada justo detrás de la catedral, en la plaza de La Virgen, antiguo foro de la ciudad romana.

Se trata de uno de los edificios más antiguos de la ciudad levantina

Aunque la Virgen de los Desamparados sea patrona de Valencia desde 1885, su culto se remonta al siglo XV. En 1632, el rey Felipe IV visita la ciudad y atribuye algunas de sus victorias militares a la intercesión de la virgen valenciana, motivo por el cual surge la necesidad de erigir una capilla que albergue de manera estable la imagen y centralice su culto en un solo lugar.

Las obras de la capilla comienzan en 1632, bajo la dirección de Diego Martínez Ponce de Urrana, y se prolongan durante dos fases diferenciadas. La primera de ellas concluye en 1666 y en ella se levanta el cuerpo del edificio. En el año 1667 la capilla es inaugurada y entre 1683 y 1694 tiene lugar la segunda fase, en la que se desarrolla el famoso camarín barroco de la virgen, se pintan las bóvedas y se esculpen los retablos.

El resultado es un edificio basado en los preceptos estilísticos renacentistas. Destaca su enorme cúpula y su planta ovalada, toda una novedad en la época en que fue construido. Durante los siglos posteriores, la capilla fue sometida a diferentes reformas y en 1948 fue nombrada basílica, categoría que aún sustenta hoy día.

Cualquier estancia en Valencia queda incompleta sin acercarse a conocerla, toda una experiencia que puede completarse con una visita a una arrocería o un restaurante en Malvarrosa.

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